El otro día probé algo parecido, en el comedor del colegio, a esto e intenté reproducirlo. He de decir que con éxito, pero no tiene mayor dificultad por lo dicho: las berenjenas son fascinantes.
Este plato es buena guarnición tanto de pescado como de carne o de pollo. Así evitas las típicas patatas fritas por lo que haces una comida más sana y más variada.
Además las puedes tener en un tupper en la nevera y se conseva perfectamente durante un tiempillo. Hombre, más de 3 días no es aconsejable pero... tú decides si está bueno o no. Yo siempre evito tirar comida: reciclo mucha, como se puede ver en este blog!
Ingredientes:
1 berenjena
1/2 cebolleta morada
1 tomate
aceite
sal
vinagre de módena
Cortas las berenjenas en en cuadraditos. Les pones un poquito de sal y dejas que "suden" en un colador durante 10 minutos (así se quita el amargor. A mí no me importa ese amargor, pero lo que me gusta es que se humedecen y luego,al rehogarlas, quedan más jugosas)
Rehogas la berenjena en la sartén con un par de cucharaditas de aceite y un pellizco de sal. No las muevas mucho, para que no se rompan. Han de mantenerse lo más enteras posible.
Cuando estén listas las presentas en un bol con la cebolla morada cortada en cuadraditos y el tomate pelado y en cubitos.
Le echas un chorro generoso de aceite de oliva y un poquito de vinagre balsámico de módena.
Presentación:
Yo lo presenté con unas hojitas de rúcula, pero también lo puedes poner como guarnición de un plato de arroz, pescado, carne...
Truqui:
La berenjena la puedes hornear en vez de rehogar.
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